Las sardinas saladas son un plato típico de la cocina mediterránea, especialmente popular en España y Portugal. Esta receta es muy fácil de hacer en casa y requiere pocos ingredientes. Aquí te mostramos cómo preparar sardinas saladas en casa.
Ingredientes:
Instrucciones:
Limpia las sardinas: primero, quita las escamas de las sardinas con un cuchillo y corta las cabezas y las colas. Luego, abre las sardinas por la mitad y quita las vísceras y la columna vertebral. Deja la piel y las aletas intactas.
Lava las sardinas: Lava las sardinas con agua fría y luego sécalas bien con una toalla de papel.
Salazón: Espolvorea sal gruesa en ambos lados de las sardinas y colócalas en una bandeja. Asegúrate de que cada sardina esté completamente cubierta de sal. Deja las sardinas en la bandeja durante aproximadamente 2 horas para que se salen.
Enjuaga las sardinas: después de 2 horas, enjuaga las sardinas con agua fría para quitar el exceso de sal. Luego, sécalas bien con una toalla de papel.
Conserva las sardinas: coloca las sardinas en un recipiente hermético y cúbrelas con aceite de oliva virgen extra. Puedes añadir hierbas y especias a gusto, como el ajo, el orégano o la pimienta negra. Al cubrir las sardinas con aceite, te aseguras de que se conserven en el refrigerador durante varias semanas.
Disfruta las sardinas: las sardinas saladas se pueden servir como un aperitivo o un plato principal. Si deseas un aperitivo, sírvelas con un poco de pan crujiente y un chorrito de limón fresco. Si las quieres como plato principal, sírvelas con una ensalada fresca.
Las sardinas saladas son una excelente opción para los amantes del pescado. Esta receta fácil te permite hacerlas en casa con unos pocos ingredientes. ¡Disfrútalas!
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