El potaje de vigilia es un plato tradicional que se suele preparar en Semana Santa en muchas partes del mundo, especialmente en países con tradición católica. Este guiso es una opción ideal para aquellos que siguen la tradición de no comer carne durante la cuaresma.
La receta de potaje de vigilia es muy sencilla y fácil de preparar, y se puede hacer con una gran variedad de ingredientes. A continuación, te explicamos cómo hacer un potaje de vigilia clásico con garbanzos, espinacas y bacalao.
Ingredientes:
Preparación:
La noche anterior, ponemos los garbanzos en remojo en agua fría para que se ablanden.
Al día siguiente, escurrimos los garbanzos y los ponemos en una olla grande. Cubrimos los garbanzos con agua y añadimos la hoja de laurel. Llevamos a ebullición y luego reducimos el fuego y cocinamos a fuego lento durante una hora y media.
Mientras tanto, picamos finamente la cebolla, los ajos, los pimientos y los tomates. Sofreímos todo en una sartén con aceite de oliva a fuego medio hasta que las verduras estén tiernas y doradas.
Añadimos el sofrito a la olla de los garbanzos y mezclamos bien. Añadimos también el bacalao desalado cortado en trozos y el pimentón dulce. Mezclamos bien y cocinamos todo junto durante 30 minutos más.
Añadimos las espinacas frescas a la olla y mezclamos bien. Cocinamos todo junto durante otros 10 minutos, hasta que las espinacas estén tiernas.
Rectificamos la sal al gusto y servimos caliente.
Este potaje de vigilia es un plato muy completo y nutritivo, perfecto para los días de Semana Santa en los que se evita comer carne. Además, es muy fácil de hacer y se puede preparar en grandes cantidades para alimentar a toda la familia. ¡Que lo disfrutes!
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