tarta de queso al horno receta facil muy esponjosa y con poco azucar

Título: Deliciosa tarta de queso al horno: receta fácil, esponjosa y baja en azúcar

La tarta de queso al horno es un postre clásico y delicioso que a casi todos nos encanta. Además, si buscas una versión fácil, esponjosa y baja en azúcar, estás en el lugar correcto. A continuación, te presento una receta para preparar una exquisita tarta de queso al horno que seguro será un éxito en tu próximo evento o simplemente para disfrutar en casa. ¡Vamos allá!

Ingredientes:

Instrucciones:

Precalienta tu horno a 180°C (350°F).

Tritura las galletas digestive sin azúcar en un procesador de alimentos o mételas en una bolsa de plástico y machácalas con un rodillo hasta que estén bien trituradas. Mezcla las galletas trituradas con la mantequilla derretida en un tazón y revuelve bien para que las galletas queden bien humedecidas.

Cubre la base de un molde desmontable para tarta con papel de hornear y vierte la mezcla de galletas en el fondo del molde. Presiona las galletas con el dorso de una cuchara o con los dedos para que queden bien compactas y formen una base uniforme. Luego, refrigera el molde en el refrigerador durante unos 15 minutos para que la base se endurezca.

Mientras tanto, en otro tazón grande, bate el queso crema y el queso fresco batido con una batidora eléctrica a velocidad baja hasta que estén bien combinados y suaves. Luego, añade los huevos uno por uno, batiendo bien después de cada adición.

Añade la esencia de vainilla, el azúcar moreno y la pizca de sal a la mezcla de queso y sigue batiendo hasta obtener una mezcla homogénea y suave.

Saca el molde del refrigerador y vierte la mezcla de queso sobre la base de galletas ya endurecida. Asegúrate de que la mezcla de queso cubra toda la base de galletas y esté bien distribuida.

Hornea la tarta en el horno precalentado durante aproximadamente 45-50 minutos o hasta que esté dorada en los bordes y ligeramente temblorosa en el centro.

Retira la tarta del horno y deja que se enfríe completamente a temperatura ambiente. Luego, refrigera la tarta durante al menos 4 horas o preferiblemente durante toda la noche para que adquiera una textura firme y esponjosa.

Una vez que la tarta de queso esté bien fría, retira el papel