receta de coulant o muerte por chocolate

El coulant, también conocido como muerte por chocolate, es un postre delicioso y sofisticado que se ha ganado un lugar especial en la gastronomía mundial. Su exterior esponjoso y suave esconde un interior cremoso y fundido, que es lo que hace de este postre un verdadero placer para los amantes del chocolate.

La receta del coulant es bastante sencilla y no requiere de muchos ingredientes. Sin embargo, la clave para lograr un resultado perfecto es controlar bien los tiempos de cocción y la temperatura del horno. A continuación, te presentamos una receta fácil y detallada para que puedas preparar este delicioso postre en casa.

Ingredientes:

Preparación:

Precalentar el horno a 200°C.

En un recipiente apto para microondas, colocar el chocolate troceado y la mantequilla en cubos y derretir en intervalos de 30 segundos, removiendo entre cada intervalo hasta que estén completamente fundidos. También se puede hacer el derretido en baño maría.

En otro recipiente, batir los huevos con el azúcar hasta que se forme una mezcla homogénea.

Agregar la harina tamizada y la pizca de sal a la mezcla de huevos y azúcar, y mezclar bien hasta que no haya grumos.

Añadir la mezcla de chocolate y mantequilla derretida a la mezcla de huevos, azúcar, harina y sal, y mezclar bien hasta obtener una masa homogénea.

Engrasar y enharinar los moldes para coulant (también se pueden utilizar moldes de muffins o tazas de café) y llenarlos hasta la mitad con la masa.

Hornear durante 10-12 minutos a 200°C, dependiendo de la potencia de tu horno. La clave es que el exterior del coulant esté cocido y el interior cremoso y fundido. Es importante no cocinarlos de más, ya que perderán su textura cremosa.

Sacar los moldes del horno y dejar reposar por unos minutos antes de desmoldar. Es recomendable servirlos inmediatamente, decorando con un poco de azúcar glas y frutas frescas al gusto.

¡Listo! Ya puedes disfrutar de tu coulant o muerte por chocolate casero. Esta receta es perfecta para sorprender a tus invitados en una cena especial o simplemente para darte un capricho dulce. ¡Buen provecho!