¡Bienvenido a la deliciosa receta de pollo macerado con salsa de grosellas! Esta es una receta fácil de hacer que combina los sabores dulces y ácidos de las grosellas con la suavidad del pollo, creando una cena deliciosa y sorprendente.
Ingredientes:
Instrucciones:
Primero, prepara el adobo. En un tazón mediano, mezcla las grosellas, el aceite de oliva, la miel, la mostaza Dijon, el ajo picado, sal y pimienta al gusto. Remueve todo hasta que quede bien combinado.
Coloca las pechugas de pollo en un recipiente grande y vierte el adobo sobre ellas, asegurándote de cubrir cada una de ellas. Cubre el recipiente y deja marinar en la nevera durante al menos 30 minutos, o toda la noche si lo deseas.
Precalienta el horno a 200°C. Retira las pechugas de pollo del adobo y colócalas en una bandeja para hornear. Reserva el adobo.
Hornea las pechugas durante unos 20-25 minutos, o hasta que estén bien cocidas. Si no estás seguro si están cocidas, puedes cortar una pequeña parte de la pechuga para comprobar que no haya partes rosadas o crudas.
Mientras se cocina el pollo, prepara la salsa de grosellas. Vierte el adobo en una sartén y calienta a fuego medio-alto. Cocina por unos 5-10 minutos, o hasta que la salsa se haya espesado y las grosellas hayan soltado su jugo. Deja enfriar la salsa.
Sirve las pechugas de pollo en platos individuales, vierte un poco de salsa de grosellas por encima y decora con hojas de menta fresca.
¡Y ahí lo tienes! Una deliciosa y fácil receta de pollo macerado con salsa de grosellas. Este plato es perfecto para sorprender a tus invitados en una cena especial, o simplemente para disfrutar de una cena deliciosa en casa. ¡Buen provecho!
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