Deliciosos Pestinos con Miel: Una Receta Tradicional
Si buscas una deliciosa y dulce manera de endulzar tus tardes, los pestinos con miel son una excelente opción. Estos pequeños bocados fritos, crujientes y bañados en miel son un clásico de la repostería española, especialmente en épocas festivas como Navidad y Semana Santa. En este artículo, te traemos una receta tradicional para que puedas prepararlos en la comodidad de tu hogar. ¡Prepárate para disfrutar de un verdadero festín!
Ingredientes:
Instrucciones:
En un recipiente grande, tamiza la harina de trigo y añade la sal. Mezcla bien estos ingredientes secos.
Agrega la manteca de cerdo y comienza a trabajar la masa con las manos hasta obtener una textura arenosa.
Añade el vino blanco y el agua gradualmente, mientras amasas la masa. Continúa amasando hasta obtener una masa suave y homogénea.
Cubre la masa con un paño limpio y deja reposar durante al menos 30 minutos.
Pasado el tiempo de reposo, divide la masa en porciones pequeñas y extiéndela con un rodillo sobre una superficie enharinada. La masa debe tener un grosor de aproximadamente 3 milímetros.
Con un cuchillo afilado, corta la masa en forma de rectángulos o cuadrados de tamaño pequeño, de aproximadamente 5x7 centímetros.
En una sartén profunda, calienta abundante aceite vegetal a fuego medio-alto. Asegúrate de que el aceite esté lo suficientemente caliente antes de freír los pestinos.
Fríe los pestinos en lotes, cuidando de no sobrecargar la sartén. Cocínalos hasta que estén dorados y crujientes en ambos lados.
Una vez fritos, retira los pestinos de la sartén y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
En otro recipiente, calienta la miel a fuego bajo hasta que esté líquida y más fluida.
Sumerge cada pestiño en la miel caliente, asegurándote de cubrir completamente la superficie. Puedes hacerlo con la ayuda de un tenedor o pinzas.
Coloca los pestinos con miel en una rejilla para que el exceso de miel escurra y se solidifiquen ligeramente.
¡Y voilà! Tus deliciosos pestinos con miel están listos para ser disfrutados. Puedes servirlos como postre, acompañados de una taza de café o té. También son una excelente opción para compartir en reuniones familiares o como regalo casero. No dudes en experimentar con diferentes formas y tamaños para hacerlos aún más atractivos. ¡Buen provecho!
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