croissant de mantequilla casero

Título: Deliciosos Croissants de Mantequilla Caseros: ¡Un placer para el paladar!

Introducción:

Los croissants de mantequilla son una delicia culinaria que ha cautivado a personas de todo el mundo. Su textura escamosa, sabor suave y aromático, hacen que sean una excelente opción para el desayuno, la merienda o simplemente para darse un capricho en cualquier momento del día. Aunque pueda parecer complicado, preparar croissants de mantequilla en casa es posible y gratificante. En este artículo, te presentamos una receta sencilla para que puedas disfrutar de este manjar directamente desde tu cocina.

Ingredientes:

Instrucciones:

Paso 1: Preparación de la masa

En un bol grande, tamiza la harina y mezcla con la sal y el azúcar. Si estás utilizando levadura fresca, desmorónala en la leche tibia y deja reposar durante unos minutos hasta que se active. Si usas levadura seca activa, simplemente agrégala a la mezcla de harina.

Vierte la leche con la levadura activada en el bol con los ingredientes secos y mezcla bien con una cuchara o espátula hasta que se forme una masa pegajosa.

Traslada la masa a una superficie de trabajo ligeramente enharinada y amasa durante unos 10-15 minutos, o hasta obtener una masa suave y elástica.

Forma una bola con la masa, colócala de nuevo en el bol y cúbrelo con un paño limpio y húmedo. Deja reposar la masa en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora o hasta que haya duplicado su tamaño.

Paso 2: Preparación del bloque de mantequilla

Coloca la mantequilla entre dos hojas de papel encerado o plástico y golpéala suavemente con un rodillo para ablandarla un poco.

Ahora, dale forma de un cuadrado de aproximadamente 20 cm x 20 cm. Puedes ayudarte con el rodillo para lograr una forma uniforme.

Envuelve la mantequilla con el papel y colócala en el refrigerador durante unos 20-30 minutos, hasta que vuelva a endurecerse.

Paso 3: El laminado

Una vez que la masa ha reposado y la mantequilla está firme, es hora de realizar el proceso de laminado. Saca la masa del bol y colócala en una superficie ligeramente enharinada.

Con un rodillo, estira la masa formando un rectángulo grande, aproximadamente del doble del tamaño del bloque de mantequilla.

Coloca el bloque de mantequilla en el centro del rectángulo de masa y dóblalo sobre la mantequilla, sellando bien los bordes.

Gira la masa 90 grados y estira nuevamente en un rectángulo. Dóblalo en tercios, como si estuvieras doblando una carta.

Vuelve a envolver la masa en un paño limpio y húmedo y colócala en el refrigerador durante 30 minutos.

Repite este proceso de estirar, doblar y refrigerar dos veces más (un total de tres veces).

Paso 4: Formado y horneado

Precalienta el horno a 200°C (392°F) y prepara una bandeja de horno con papel de hornear.

Estira la masa hasta que tenga un grosor de aproximadamente 0,5 cm. Con un cuchillo afilado, corta triángulos largos y estrechos en la masa.

Desde la base del triángulo, enrolla cada croissant hacia la punta y dobla ligeramente los extremos para darle su forma característica.

Coloca los croissants en la bandeja de horno, dejando suficiente espacio entre ellos para que puedan crecer.

Con un pincel de cocina, barniza cada croissant con huevo batido para darles un brillo dorado durante el horneado.

Hornea los croissants durante 15-20 minutos o hasta que estén dorados y bien inflados.

Conclusión:

¡Felicidades! Ahora tienes en tus manos deliciosos croissants de mantequilla caseros. Disfrútalos tibios o a temperatura ambiente, solos o acompañados de mermelada, chocolate o simplemente como quieras. La paciencia y dedicación que pusiste en su preparación valdrá la pena cuando pruebes el resultado final. ¡Buen provecho!