El baklava es un postre clásico de Oriente Medio y del Mediterráneo que consiste en capas finas de masa filo, nueces trituradas y almíbar dulce. Aunque su origen es incierto, se cree que fue creado en el Imperio Otomano hace varios siglos y desde entonces se ha convertido en un manjar popular en todo el mundo. En este artículo, te mostraré cómo preparar esta deliciosa receta en la comodidad de tu hogar.
Ingredientes:
Instrucciones:
Precalienta el horno a 180 grados Celsius.
Coloca las nueces trituradas en un tazón grande y mezcla con la canela y los clavos.
Desenrolla la masa filo y corta las hojas en el tamaño de tu molde para hornear. Cepilla cada hoja con mantequilla derretida y coloca en el molde, asegurándote de que las capas se superpongan.
Agrega una capa de la mezcla de nueces sobre la masa filo.
Repite el proceso de capas de masa filo y nueces hasta que se hayan utilizado todos los ingredientes. Asegúrate de cepillar cada hoja de masa filo con mantequilla derretida.
Corta el baklava en pequeños cuadrados o rombos antes de hornear.
Hornea el baklava en el horno precalentado durante 30 a 40 minutos o hasta que esté dorado y crujiente.
Mientras el baklava está en el horno, prepara el almíbar. En una cacerola, mezcla el azúcar, el agua, la miel y el jugo de limón. Lleva a ebullición y luego reduce el fuego y deja cocinar a fuego lento durante unos 10 minutos.
Una vez que el baklava esté dorado y crujiente, retira del horno y vierte el almíbar caliente sobre él. Asegúrate de cubrir todo el baklava con el almíbar.
Deja enfriar a temperatura ambiente antes de servir. El baklava se puede almacenar en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante varios días.
¡Disfruta de tu delicioso baklava casero!
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