Si estás buscando una deliciosa tarta de fresas sin necesidad de usar el horno, ¡has llegado al lugar correcto! Esta receta es muy fácil de seguir y no requiere de habilidades culinarias avanzadas. Además, es perfecta para compartir con amigos y familiares en cualquier ocasión. A continuación, te explicamos cómo prepararla:
Ingredientes:
Instrucciones:
Tritura las galletas María hasta que se conviertan en migas finas. Puedes hacerlo con un procesador de alimentos o metiéndolas en una bolsa de plástico y golpeándolas con un rodillo.
Derrite la mantequilla en un recipiente en el microondas o en una cacerola a fuego medio. Añade las migas de galleta a la mantequilla derretida y mezcla bien.
Coloca la mezcla de galletas en el fondo de un molde desmontable para tarta. Presiona con los dedos para que quede compacta y uniforme. Lleva el molde a la nevera mientras preparas el relleno.
Lava y corta las fresas en rodajas finas. Reserva algunas para decorar la tarta al final.
En un bol grande, bate el queso crema con una batidora eléctrica hasta que esté suave y cremoso. Agrega el azúcar glass y el jugo de limón, y mezcla bien.
Disuelve el sobre de gelatina sin sabor en 1/4 taza de agua fría y deja reposar por 1 minuto. Calienta la mezcla en el microondas o en una cacerola a fuego bajo hasta que se disuelva por completo.
Agrega la gelatina disuelta a la mezcla de queso crema y bate bien.
Agrega las rodajas de fresa a la mezcla de queso crema y mezcla suavemente con una cuchara.
Vierte la mezcla de queso crema sobre la base de galleta en el molde. Alisa la superficie con una espátula.
Cubre la tarta con las rodajas de fresa reservadas, decorando a tu gusto.
Lleva la tarta a la nevera durante al menos 4 horas, o hasta que la mezcla esté firme.
Una vez que la tarta esté lista, retírala del molde desmontable y sirve.
¡Y ahí lo tienes! Una deliciosa tarta de fresas sin horno que será el éxito en cualquier reunión. ¡Disfruta!
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