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¡Delicioso Queque Fácil! Una Receta Infalible para Disfrutar en Cualquier Ocasión

¿Quién puede resistirse a un delicioso queque recién horneado? Este clásico postre es ideal para acompañar un café o té, servir en reuniones familiares o simplemente darse un gusto dulce en cualquier momento del día. Si eres amante de la repostería o apenas te estás aventurando en el mundo de la cocina, esta receta de queque fácil es perfecta para ti. Con ingredientes sencillos y pasos claros, obtendrás un queque esponjoso y delicioso que impresionará a todos. ¡Vamos a prepararlo!

Ingredientes:

Instrucciones:

Preparar los Ingredientes: Asegúrate de tener todos los ingredientes listos y a temperatura ambiente. Precalienta el horno a 180°C (350°F) y engrasa un molde para queque de unos 22 cm de diámetro con mantequilla y espolvorea un poco de harina para evitar que el queque se pegue.

Batir los Huevos y el Azúcar: En un tazón grande, bate los huevos con una batidora eléctrica o manual hasta que estén bien mezclados. Agrega el azúcar y continúa batiendo hasta obtener una mezcla pálida y espumosa.

Agregar la Leche y el Aceite: Incorpora la leche y el aceite al tazón con los huevos batidos y mezcla bien hasta obtener una masa homogénea. Si decides usar esencia de vainilla, agrégala también en este paso para darle un toque de sabor extra.

Incorporar los Ingredientes Secos: En otro tazón aparte, tamiza la harina, el polvo para hornear y la pizca de sal. Poco a poco, agrega esta mezcla de ingredientes secos al tazón con los ingredientes líquidos y mezcla todo con movimientos suaves y envolventes. Es importante no sobrebatir para mantener la esponjosidad del queque.

Verter en el Molde y Hornear: Vierte la masa en el molde previamente preparado y asegúrate de nivelarla para que el queque tenga una superficie pareja. Lleva el molde al horno precalentado y hornea durante aproximadamente 40-50 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro del queque, este salga limpio.

Dejar Enfriar y Desmoldar: Una vez que el queque esté listo, sácalo del horno y déjalo enfriar en el molde durante unos 10 minutos. Luego, desmolda con cuidado y colócalo sobre una rejilla para que se enfríe por completo antes de servir.

¡Y ahí lo tienes! Un queque delicioso y esponjoso, listo para disfrutar. Puedes servirlo tal cual o espolvorearlo con azúcar glas, acompañarlo con un poco de mermelada, o incluso decorarlo con crema batida y frutas frescas. La versatilidad de este queque lo convierte en el postre perfecto para cualquier ocasión.

Recuerda que, como con cualquier receta, siempre puedes agregarle tu toque personal. Experimenta con diferentes extractos de sabor, añade trozos de chocolate o nueces a la masa, ¡las opciones son infinitas!

Ahora que conoces esta receta de queque fácil, no dudes en probarla y compartirlo con tus seres queridos. ¡Estamos seguros de que se convertirá en un éxito rotundo! ¡Buen provecho!