¡Deliciosas natillas de avellana con galletas de plátano! Esta receta es perfecta para aquellos que buscan una opción deliciosa y reconfortante para el postre. Las natillas son un clásico de la cocina tradicional, y en esta versión le hemos dado un toque especial con la irresistible combinación de avellana y galletas de plátano. ¡Acompáñanos en este delicioso viaje culinario para aprender cómo preparar estas deliciosas natillas!
Ingredientes:
Para la capa de galletas de plátano:
Instrucciones:
En primer lugar, vamos a preparar la capa de galletas de plátano. Pelamos los plátanos y los cortamos en rodajas finas. En un tazón, mezclamos el azúcar moreno y la canela en polvo. Luego, añadimos las rodajas de plátano y las removemos suavemente para que queden bien cubiertas con la mezcla de azúcar y canela.
En una sartén grande, derretimos la mantequilla a fuego medio. Añadimos las rodajas de plátano con la mezcla de azúcar y canela y las cocinamos por unos 5 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que estén doradas y caramelizadas. Retiramos del fuego y reservamos.
A continuación, vamos a preparar las natillas de avellana. En un tazón, batimos las yemas de huevo con el azúcar hasta obtener una mezcla pálida y espumosa.
En una cacerola, calentamos la leche a fuego medio-alto hasta que esté caliente pero no hirviendo. Retiramos la cacerola del fuego y vertemos lentamente la leche caliente sobre la mezcla de yemas y azúcar, removiendo constantemente para evitar que las yemas se cocinen.
Vertemos la mezcla de yemas y leche de nuevo en la cacerola y la llevamos a fuego medio-bajo. Cocinamos a fuego lento, removiendo constantemente con una cuchara de madera, hasta que la mezcla espese lo suficiente como para cubrir la parte posterior de la cuchara, aproximadamente 5-7 minutos.
Retiramos la cacerola del fuego y añadimos la crema de avellanas y el extracto de vainilla. Removemos bien para que todos los ingredientes se integren por completo.
Colocamos las natillas en el refrigerador y las dejamos enfriar completamente durante al menos 2 horas, o hasta que estén bien frías.
Una vez que
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