Las lenguas de gato son un postre clásico que se remonta a la época victoriana. Estas pequeñas galletas largas y delgadas tienen una textura crujiente y un sabor a mantequilla dulce. Son muy fáciles de hacer en casa y se pueden disfrutar como un bocadillo por sí solas o con una taza de té o café.
Ingredientes:
Instrucciones:
Precalentar el horno a 180 grados Celsius y forrar una bandeja para hornear con papel pergamino.
En un bol, mezclar la mantequilla y el azúcar glass hasta que estén suaves y esponjosos.
Agregar los huevos, uno a la vez, batiendo bien después de cada adición.
Añadir la vainilla y mezclar bien.
En otro bol, tamizar la harina y la pizca de sal juntas.
Agregar la mezcla de harina a la mezcla de mantequilla y huevos, y mezclar hasta que estén bien combinados.
Colocar la mezcla en una bolsa de pastelería o una manga pastelera con una boquilla de estrella.
En la bandeja para hornear, formar tiras de 5-6 cm de longitud con la bolsa de pastelería. Asegúrate de dejar suficiente espacio entre cada tira, ya que las galletas se expandirán al hornearse.
Hornear durante unos 12-15 minutos o hasta que las galletas estén doradas en los bordes.
Retirar del horno y dejar enfriar durante unos minutos en la bandeja antes de transferir a una rejilla de enfriamiento para enfriar completamente.
Las lenguas de gato estarán listas para servir una vez que estén completamente frías y crujientes.
¡Disfruta de estas deliciosas lenguas de gato caseras junto a una taza de té o café!
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