El lechazo asado es uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía castellana, especialmente en la región de Castilla y León. Se trata de un plato sencillo pero lleno de sabor, que se obtiene gracias a la calidad de la materia prima y a la preparación adecuada.
Ingredientes:
Preparación:
Precalentar el horno a 200°C.
Pelar los ajos y cortarlos en láminas finas.
Lavar el tomillo y el romero y picarlos finamente.
Frotar el lechazo con aceite de oliva y sal por todos los lados.
Colocar el lechazo en una fuente de horno y añadir los ajos y las hierbas en el interior del animal.
Añadir un poco de agua en la fuente y cubrir el lechazo con papel de aluminio.
Introducir la fuente en el horno y dejar cocinar durante 2 horas.
Pasado este tiempo, retirar el papel de aluminio y dejar que se dore la piel del lechazo durante otros 30 minutos.
Retirar del horno y dejar reposar durante 10 minutos antes de servir.
Consejos:
Es importante seleccionar un lechazo de buena calidad, preferiblemente criado en libertad y alimentado con leche materna.
Si se quiere obtener una piel más crujiente, se puede añadir un poco de manteca de cerdo o mantequilla antes de cubrir el lechazo con papel de aluminio.
Acompañar el lechazo con unas patatas panaderas o una ensalada verde.
El lechazo asado es un plato que no deja indiferente a nadie. Con esta receta sencilla y fácil de seguir, cualquier persona puede preparar un auténtico lechazo asado castellano en su propia casa y disfrutar de un sabor inigualable. ¡Buen provecho!
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