La gelatina es un postre clásico y fácil de hacer que se puede preparar en casa con unos pocos ingredientes básicos. Ya sea que lo sirvas como postre o como un refrigerio refrescante en un día caluroso, la gelatina es una excelente opción para cualquier ocasión.
Ingredientes:
Instrucciones:
En un recipiente grande, mezcla el paquete de gelatina sin sabor con 1 taza de agua caliente. Mezcla bien hasta que la gelatina se haya disuelto por completo.
Agrega la otra taza de agua caliente y la gelatina de sabor en el recipiente. Mezcla hasta que la gelatina de sabor se haya disuelto por completo.
Si deseas, agrega azúcar al gusto y mezcla bien.
Agrega las 2 tazas de agua fría y mezcla bien.
Vierte la mezcla de gelatina en un molde previamente engrasado y refrigera durante al menos 2 horas, o hasta que la gelatina esté firme.
Una vez que la gelatina esté firme, sumerge el fondo del molde en agua caliente durante unos segundos para soltar la gelatina.
Invierte el molde sobre un plato y suelta la gelatina. Si tienes dificultades para soltar la gelatina, intenta pasar un cuchillo alrededor de los bordes del molde.
Sirve la gelatina en rodajas y disfruta.
Consejos:
Si quieres darle un toque especial a tu gelatina, puedes agregar frutas o trozos de gelatina de otro sabor antes de refrigerar.
Si la gelatina no se suelta del molde, intenta sumergirlo en agua caliente por unos segundos más.
Si quieres que la gelatina tenga un sabor más intenso, puedes agregar menos agua fría. Sin embargo, asegúrate de no agregar demasiada gelatina sin sabor, ya que esto hará que la gelatina quede muy dura.
Si la gelatina queda demasiado dura, puedes agregar un poco más de agua fría o reducir la cantidad de gelatina sin sabor la próxima vez que la prepares.
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