criossants

Los croissants son un panecillo de origen francés, que se ha popularizado en todo el mundo. Esta deliciosa masa hojaldrada se caracteriza por su textura crujiente y suave, y su sabor mantequilloso. A continuación, te presentamos la receta para hacer croissants caseros.

Ingredientes:

Preparación:

En un recipiente grande, mezcla la harina, el azúcar y la sal. Haz un hueco en el centro de la mezcla.

En un tazón pequeño, desmenuza la levadura fresca y agrégala al agua tibia. Mezcla bien.

Vierte la mezcla de levadura y agua en el hueco de la mezcla de harina. Mezcla hasta formar una masa uniforme.

Amasa la masa durante unos 10 minutos, o hasta que se vuelva suave y elástica.

Coloca la masa en un recipiente y cúbrelo con un paño húmedo. Déjala reposar durante una hora, o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.

Coloca la masa sobre una superficie enharinada y extiéndela con un rodillo hasta que tenga un grosor de unos 5 mm.

Toma la mantequilla y aplástala con el rodillo hasta que tenga el mismo grosor que la masa.

Coloca la mantequilla sobre la masa, doblando los bordes de la masa sobre la mantequilla para cubrirla completamente.

Haz un pliegue doble con la masa y la mantequilla, doblando la masa en tercios. Refrigera durante 15 minutos.

Repite el proceso de pliegue doble dos veces más, refrigerando durante 15 minutos entre cada pliegue.

Después del tercer pliegue, coloca la masa en la nevera durante al menos una hora.

Precalienta el horno a 200 grados Celsius.

Retira la masa de la nevera y estírala hasta que tenga un grosor de unos 3 mm.

Corta la masa en triángulos y enróllalos desde la base hacia la punta.

Coloca los croissants en una bandeja para hornear y déjalos reposar durante 30 minutos.

Pinta los croissants con huevo batido y hornea durante unos 20 minutos, o hasta que estén dorados.

Retira los croissants del horno y déjalos enfriar durante unos minutos antes de servir.

¡Y eso es todo! Ahora tienes una deliciosa receta de croissants para preparar en casa. Disfruta de tus panecillos frescos y crujientes con una taza de café o té caliente.