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La carne de corvina es un ingrediente versátil que se puede preparar de muchas maneras diferentes. Una opción popular es la corvina salada, una técnica de conservación que ha sido utilizada durante siglos. En este artículo, te enseñaré cómo preparar una corvina salada ligera en láminas con compota, una deliciosa receta que seguramente impresionará a tus invitados.

Ingredientes:

Instrucciones:

Limpia la corvina quitándole las escamas y las tripas. Corta la cabeza y la cola. Lava bien la corvina y sécala con papel de cocina.

Coloca la corvina en una bandeja grande y cúbrela completamente con sal gruesa. Presiona la sal sobre la superficie de la corvina para que quede bien cubierta.

Deja reposar la corvina en la nevera durante 24 horas. Esto permitirá que la sal penetre en la carne y la conserve.

Pasadas las 24 horas, retira la corvina de la bandeja y enjuágala bien con agua fría para eliminar toda la sal. Sécala con papel de cocina.

Corta la corvina en láminas finas y reserva.

Para la compota, en una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva. Agrega la cebolla y el ajo y cocina a fuego medio-bajo hasta que estén dorados.

Agrega las semillas de mostaza, cilantro y hinojo y cocina por un minuto más.

Agrega el vinagre, el agua y el azúcar y mezcla bien. Deja cocinar a fuego lento hasta que la mezcla se espese y se reduzca a la mitad.

Deja enfriar la compota a temperatura ambiente.

Para servir, coloca las láminas de corvina en un plato y cubre con la compota. Sirve con pan tostado y un poco de aceite de oliva.

¡Listo! Ahora puedes disfrutar de una deliciosa corvina salada en láminas con compota. Esta receta es perfecta para servir como aperitivo o como plato principal en una cena especial. La salazón ligera realzará el sabor de la corvina y la compota agregará un toque dulce y picante que complementará perfectamente el pescado. ¡Buen provecho!