La compota casera es una deliciosa y saludable opción para disfrutar de la fruta. Además de ser fácil de preparar, es una forma excelente de aprovechar al máximo la temporada de frutas frescas y variadas. En este artículo, te enseñaré cómo preparar una deliciosa compota casera que te hará agua la boca.
Ingredientes:
Instrucciones:
Lava y pela la fruta que hayas elegido. Si es necesario, retira las semillas y corta la fruta en trozos pequeños.
En una olla grande, agrega la fruta cortada, el agua, el azúcar y la canela. Revuelve para que los ingredientes se mezclen bien.
Coloca la olla en la estufa y enciéndela a fuego medio-alto. Cuando el agua comience a hervir, baja el fuego a medio-bajo y tapa la olla.
Deja cocinar la compota durante unos 20-25 minutos, revolviendo de vez en cuando para que la fruta no se pegue al fondo de la olla. La compota estará lista cuando la fruta se haya ablandado y el líquido se haya espesado un poco.
Si deseas agregar jugo de limón, agrégalo en este momento y revuelve bien.
Apaga la estufa y deja enfriar la compota durante unos 10 minutos.
Si deseas una textura suave, usa una licuadora de inmersión para mezclar la compota hasta que quede suave y sin grumos. Si prefieres una textura más gruesa, puedes dejarla así.
Sirve la compota tibia o fría. Si deseas almacenarla para usar más tarde, deja que se enfríe por completo y guárdala en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta una semana.
Con esta receta fácil y deliciosa, puedes disfrutar de una compota casera fresca y saludable en cualquier momento. Puedes servirla como postre, mezclarla con yogur o granola para un desayuno saludable, o simplemente disfrutarla como un refrigerio saludable y satisfactorio. ¡Buen provecho!
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