¡Descubre el delicioso sabor de la salsa holandesa casera! Esta clásica salsa de la cocina francesa es perfecta para darle un toque especial a tus platillos. Con su textura suave y cremosa, la salsa holandesa es ideal para acompañar huevos pochados, pescado o verduras. Aunque puede sonar intimidante, hacer salsa holandesa en casa es más fácil de lo que piensas. ¡Sigue esta receta y sorprende a tus invitados con una salsa deliciosa!
Ingredientes:
Instrucciones:
Prepara un baño María: llena una cacerola con agua y coloca un tazón resistente al calor sobre ella, asegurándote de que el fondo del tazón no toque el agua. Lleva el agua a ebullición a fuego medio-bajo.
En el tazón resistente al calor, bate las yemas de huevo y el agua fría con un batidor de mano hasta que estén bien mezclados.
Agrega la mantequilla en cubos a las yemas de huevo y coloca el tazón sobre el baño María. Bate constantemente hasta que la mantequilla se haya derretido por completo y la mezcla haya espesado, aproximadamente de 5 a 7 minutos. Es importante que bates constantemente para evitar que las yemas de huevo se cocinen en exceso y se conviertan en revueltos.
Retira el tazón del baño María y añade el jugo de limón, la sal y la pimienta al gusto. Continúa batiendo la salsa holandesa hasta que esté suave y cremosa.
Si deseas, puedes colar la salsa holandesa a través de un tamiz fino para asegurarte de que no haya grumos o impurezas.
Sirve la salsa holandesa caliente sobre tus platillos favoritos, como huevos pochados, pescado o verduras. Puedes decorar con cebollino picado o ralladura de limón para darle un toque extra de sabor.
¡Y eso es todo! Ahora puedes disfrutar de una deliciosa salsa holandesa casera en la comodidad de tu hogar. ¡No dudes en experimentar con diferentes ingredientes y ajustar las cantidades a tu gusto personal! Con un poco de práctica, dominarás esta clásica salsa francesa y serás el rey o la reina de la cocina. ¡Buen provecho!
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