La salsa inglesa, también conocida como salsa Worcestershire, es un condimento líquido muy popular en la cocina británica y también en la internacional. Es una mezcla de sabores salados, umami, ácidos y dulces que aportan un sabor único y delicioso a cualquier plato al que se añade. A continuación, te presento la receta y cómo prepararla.
Ingredientes:
Preparación:
En una olla grande, combina el vinagre de sidra de manzana, la salsa de soja, la melaza o miel, el jugo de limón, la pasta de tamarindo y la salsa picante. Revuelve bien para combinar todos los ingredientes.
Agrega el ajo picado, la cebolla picada, la sal, la pimienta negra, las semillas de mostaza, las semillas de cilantro, el clavo molido, el jengibre molido y la canela molida. Mezcla todo bien.
Calienta la mezcla a fuego medio-alto hasta que comience a hervir. Reduce el fuego a bajo y deja que la salsa se cocine a fuego lento durante 1 hora, removiendo de vez en cuando.
Después de 1 hora, retira la olla del fuego y deja que la salsa se enfríe. Una vez que la salsa haya enfriado, cuela la mezcla a través de un colador fino para retirar las semillas y trozos de especias.
Vierte la salsa inglesa en una botella de vidrio y guárdala en el refrigerador. La salsa se puede conservar en el refrigerador durante varios meses.
La salsa inglesa es un condimento versátil que puede utilizarse en muchas recetas, desde aderezar carnes, verduras, marinados, sopas, hasta como un dip o acompañamiento para aperitivos. Pruébala en tus comidas y descubre cómo un poco de esta salsa puede transformar completamente el sabor de cualquier plato. ¡Buen provecho!
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