rosquillas de san froilan

¡Deliciosas Rosquillas de San Froilán! Aprende a Preparar esta Tradicional Receta

Las rosquillas de San Froilán son un dulce tradicional de la región de León, en España, que se disfrutan especialmente durante las fiestas en honor a San Froilán, el patrón de la ciudad de León. Estas rosquillas son crujientes por fuera y tiernas por dentro, con un sabor delicado a anís y cubiertas con un glaseado dulce que las hace irresistibles. Si quieres aprender a preparar estas deliciosas rosquillas en casa, sigue esta receta paso a paso.

Ingredientes:

Para el glaseado:

Instrucciones:

Paso 1: Preparar la masa

En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa. Añade el aceite de oliva, el anís dulce y la esencia de limón, y mezcla bien. Tamiza la harina de trigo junto con la levadura química y la pizca de sal, y agrégala poco a poco a la mezcla de huevo y azúcar, removiendo con una cuchara de madera hasta obtener una masa homogénea.

Paso 2: Amasar la masa

Coloca la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y amasa durante unos minutos hasta que esté suave y manejable. Si la masa está demasiado pegajosa, puedes añadir un poco más de harina, pero ten en cuenta que la cantidad de harina puede variar dependiendo de la humedad del ambiente.

Paso 3: Dar forma a las rosquillas

Forma pequeñas bolitas de masa del tamaño de una nuez y haz un agujero en el centro con el dedo o con un molde especial para rosquillas. Asegúrate de que los agujeros sean lo suficientemente grandes, ya que las rosquillas se hincharán un poco al freírlas.

Paso 4: Freír las rosquillas

En una sartén profunda, calienta abundante aceite de girasol a una temperatura de unos 180°C. Fríe las rosquillas en lotes, volteándolas de vez en cuando, hasta que estén doradas por ambos lados. Retira las rosquillas con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Paso 5: Preparar el glaseado

En un bol pequeño, mezcla el azúcar glas con el agua hasta obtener una mezcla espesa pero líquida. Puedes ajustar la cantidad de agua o azúcar glas según la consistencia deseada. Sumerge cada rosquilla en el glaseado caliente y colócala sobre una rejilla