La morcilla es un embutido tradicional que se prepara en diferentes partes del mundo, aunque su origen se remonta a la antigua Roma. Esta deliciosa salchicha está hecha con sangre de cerdo y se combina con una variedad de ingredientes para crear una mezcla sabrosa y única. En este artículo, te mostraremos una receta clásica de morcilla y cómo prepararla en casa.
Ingredientes:
Preparación:
En primer lugar, lava bien las tripas de cerdo y sumerge en agua con sal durante unos minutos para eliminar cualquier impureza. Luego, colócalas en agua fría y déjalas en remojo mientras preparas la mezcla de la morcilla.
En una sartén grande, calienta la manteca de cerdo a fuego medio. Agrega la cebolla picada y las hojas de laurel y cocina hasta que la cebolla esté suave y dorada.
Agrega el pimentón, el comino y la sal a la sartén y cocina durante unos minutos más.
Añade la sangre de cerdo y mezcla bien. Luego, agrega el arroz cocido y continúa mezclando hasta que todo esté bien combinado.
Cocina la mezcla a fuego lento durante unos 20-30 minutos, revolviendo de vez en cuando para evitar que se pegue al fondo de la sartén. La mezcla debe espesar y oscurecerse a medida que se cocina.
Mientras tanto, lava bien las tripas de cerdo y enjuaga con agua fría. Luego, coloca la mezcla de morcilla en una bolsa para embutir y llénala con cuidado con la mezcla, dejando suficiente espacio para atar los extremos.
Ata los extremos de las tripas de cerdo con hilo de cocina y corta en trozos de 10-12 cm. Pincha las morcillas varias veces con un tenedor para evitar que exploten al cocinarlas.
Hierve las morcillas en agua durante unos 20-30 minutos, o hasta que estén firmes al tacto. Luego, retira del agua y deja enfriar.
¡Y eso es todo! Ya tienes tu propia morcilla casera lista para disfrutar. Puedes servirla como aperitivo, en bocadillos o como parte de una cena tradicional. ¡Buen provecho!
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