Receta deliciosamente refrescante: ¡Quesillo de piña!
Si eres un amante de los postres, seguramente ya has probado el tradicional quesillo. Este postre de origen latinoamericano es conocido por su textura suave y dulce, pero ¿qué te parece llevarlo al siguiente nivel y añadirle un toque tropical? En este artículo, te presentaremos la receta del quesillo de piña, una variante deliciosa y refrescante que seguramente se convertirá en uno de tus postres favoritos. ¡Prepárate para sorprender a tus invitados con esta delicia veraniega!
Ingredientes:
Instrucciones:
Precalienta el horno a 180 °C (350 °F).
Prepara el caramelo: en una olla pequeña, calienta el azúcar a fuego medio-bajo. Sin remover, deja que el azúcar se derrita lentamente hasta que adquiera un color dorado y caramelizado. Una vez listo, vierte el caramelo en el fondo de un molde para quesillo, asegurándote de cubrir toda la superficie.
Escurre la piña en almíbar y reserva el almíbar. Tritura la piña en una licuadora o procesador de alimentos hasta obtener una consistencia suave y sin grumos.
En un tazón grande, mezcla la piña triturada con la leche condensada, la leche evaporada, los huevos y el extracto de vainilla. Bate bien todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea.
Vierte la mezcla en el molde sobre el caramelo.
Prepara el baño de María: coloca el molde del quesillo dentro de una bandeja para horno lo suficientemente grande como para contener agua. Luego, vierte agua caliente en la bandeja hasta que alcance aproximadamente la mitad de la altura del molde.
Con cuidado, introduce la bandeja con el molde en el horno precalentado. Hornea durante aproximadamente 50-60 minutos, o hasta que el quesillo esté firme en el centro pero aún ligeramente tembloroso.
Una vez listo, retira el molde del horno y déjalo enfriar a temperatura ambiente. Luego, refrigéralo durante al menos 4 horas, o preferiblemente toda la noche, para que tome consistencia.
Cuando estés listo para servir, pasa un cuchillo por los bordes del molde para despegar el quesillo. Coloca un plato boca abajo sobre el molde y, sosteniendo ambos, dale la vuelta para que el quesillo caiga sobre el plato. El caramelo se derretirá y formará una deliciosa cobertura.
¡Y ahí lo tienes! El quesillo de piña está listo para ser disfrutado. Puedes decorarlo con trozos de piña fresca o agregar un toque de menta para realzar su presentación. Este postre es perfecto para cualquier ocasión y, sin duda, será un éxito entre tus seres queridos.
No dudes en experimentar con diferentes frutas enlatadas o incluso añadir ralladura de limón para personalizar aún más esta receta. ¡Disfruta de este dulce y exótico manjar que te transportará a los sabores tropicales en cada bocado!
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