El brioche es un pan dulce de origen francés que se caracteriza por su textura suave y esponjosa, y su sabor delicado y ligeramente dulce. Si a esto le añadimos una crema aromatizada con cardamomo, obtenemos una combinación de sabores que es sencillamente deliciosa. En este artículo, te enseñaremos cómo preparar una receta de brioche crema cardamomo que seguro te encantará.
Ingredientes:
Para el brioche:
Para la crema:
Preparación:
En primer lugar, prepara la masa del brioche. Para ello, tamiza la harina en un bol grande y añade el azúcar y la sal. Mezcla bien todos los ingredientes.
Añade la levadura fresca desmenuzada y la leche tibia al bol. Mezcla con una cuchara de madera hasta obtener una masa pegajosa.
Añade los huevos uno por uno, mezclando bien después de cada adición. A continuación, incorpora la mantequilla a temperatura ambiente y sigue mezclando hasta obtener una masa suave y elástica.
Deja reposar la masa en un lugar cálido y sin corrientes de aire durante al menos 1 hora, o hasta que haya doblado su tamaño.
Mientras tanto, prepara la crema de cardamomo. En un cazo, calienta la leche junto con las semillas de cardamomo hasta que empiece a hervir. Retira del fuego y deja infusionar durante unos 10 minutos.
En otro bol, bate las yemas de huevo junto con el azúcar y la maizena hasta obtener una mezcla homogénea.
Vierte la leche infusionada sobre la mezcla de yemas de huevo, removiendo constantemente para evitar que se formen grumos.
Vuelve a poner la mezcla en el cazo y calienta a fuego medio-bajo, removiendo constantemente con una cuchara de madera hasta que la crema espese. Retira del fuego y deja enfriar.
Una vez que la masa del brioche haya levado, colócala sobre una superficie enharinada y amasa durante unos minutos para eliminar el exceso de aire.
Divide la masa en porciones iguales y forma bollos con ellas. Coloca los bollos en una bandeja para horno cubierta con papel de hornear y deja reposar durante otros 30 minutos.
Precalienta el horno a 180°C. Pinta los bollos con huevo batido y hornea durante unos 20-25 minutos, o hasta que estén dorados.
Deja enfriar los bollos sobre una rejilla y, cuando estén completamente fríos
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