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La harina de yuca es un ingrediente muy popular en varios países de América Latina y África. Se utiliza en muchas recetas, desde panes y pasteles hasta platos salados como empanadas y arepas. Si quieres aprender cómo hacer harina de yuca en casa, sigue leyendo.

Lo primero que necesitarás es conseguir yuca fresca. La yuca es una raíz que se parece un poco a una batata, pero con una piel marrón y dura. Para hacer harina de yuca, necesitas pelar y cortar la yuca en trozos pequeños. Asegúrate de retirar cualquier parte dura o fibrosa del centro de la raíz.

Una vez que tengas la yuca cortada en pedazos, debes cocinarla al vapor hasta que esté bien suave. Puedes hacerlo en una olla de vapor o en una cacerola con un colador encima. Si usas una cacerola, asegúrate de agregar suficiente agua para que la yuca no toque el agua. Cocina la yuca durante unos 20 minutos o hasta que esté muy suave.

Después de cocinar la yuca, déjala enfriar durante unos minutos y luego ponla en un procesador de alimentos. Procesa la yuca hasta que esté muy suave y sin grumos. Si no tienes un procesador de alimentos, puedes usar un rallador grueso para rallar la yuca cocida.

Una vez que tengas la yuca procesada o rallada, debes secarla en el horno. Precalienta el horno a 200 grados Celsius y forra una bandeja para hornear con papel pergamino. Extiende la yuca en una capa delgada sobre el papel pergamino y hornea durante unos 45 minutos o hasta que esté completamente seca y crujiente. Revuelve la yuca cada 15 minutos para asegurarte de que se seque uniformemente.

Cuando la yuca esté completamente seca, sácala del horno y déjala enfriar por completo. Una vez que esté fría, puedes triturarla en un molinillo de café o en un procesador de alimentos hasta que se convierta en una harina fina.

Ahora tienes tu propia harina de yuca casera, lista para ser utilizada en tus recetas favoritas. Guárdala en un recipiente hermético en un lugar fresco y seco. ¡Disfruta de tus creaciones culinarias con esta deliciosa harina de yuca!