CASA TARRADELLAS

Casa Tarradellas: Una empresa familiar que ha conquistado el mercado de la pizza en España

Casa Tarradellas es una empresa española fundada en 1976 en la localidad de Gurb, en la provincia de Barcelona. La empresa empezó como una pequeña charcutería, pero en la década de 1980 se especializó en la fabricación de pizzas congeladas y se convirtió en una de las marcas más reconocidas del mercado español.

Desde entonces, Casa Tarradellas ha ido creciendo y diversificándose, pero siempre manteniendo su carácter familiar y su compromiso con la calidad de sus productos. En la actualidad, la empresa cuenta con una amplia gama de productos, que incluyen pizzas, empanadas, quiches, canelones y otras especialidades.

La historia de Casa Tarradellas es la historia de una familia que ha sabido adaptarse a los cambios del mercado y mantenerse fiel a sus valores. El fundador de la empresa, Josep Tarradellas, empezó su carrera en la charcutería de su padre, donde aprendió los secretos del oficio. Pero en los años 80 decidió apostar por las pizzas congeladas, un producto que en aquel momento apenas tenía presencia en el mercado español.

La apuesta resultó ser un éxito y, en poco tiempo, las pizzas de Casa Tarradellas se convirtieron en un referente en el mercado español. Uno de los factores clave de su éxito fue la calidad de los ingredientes y la elaboración artesanal de las pizzas, que se preparaban en horno de leña y se vendían en cajas de cartón con un diseño muy reconocible.

Pero la familia Tarradellas no se conformó con el éxito en el mercado de las pizzas congeladas. En la década de 1990, empezaron a diversificar su gama de productos con la introducción de las empanadas y los canelones, y más tarde con las quiches y otras especialidades. En todos los casos, la empresa mantuvo su compromiso con la calidad y la elaboración artesanal, lo que le permitió consolidarse como una de las marcas más reconocidas y valoradas por los consumidores españoles.

Uno de los secretos del éxito de Casa Tarradellas ha sido su capacidad para adaptarse a los cambios del mercado y a las nuevas tendencias de consumo. En los últimos años, por ejemplo, la empresa ha introducido productos sin gluten y sin lactosa, así como pizzas y otros productos más saludables, que han tenido una excelente acogida por parte de los consumidores.

En definitiva, Casa Tarradellas es un ejemplo de empresa familiar que ha sabido mantenerse fiel a sus valores y a su compromiso con la calidad, al tiempo que ha ido evolucionando y diversificando su gama de productos. Su historia es un testimonio de que la perseverancia y el compromiso con la excelencia pueden ser la clave del éxito en el mercado empresarial.